El mapa de Xolopes
Este es el mapa de la novela Xolopes:
Este mapa fue generado automáticamente en base al contenido de la novela y aparece al final del libro.
Este es el mapa de la novela Xolopes:
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—¿A dónde va, buen hombre? —le habló con una voz dulce y seductora.
La mujer se encontraba sentada bajo un frondoso árbol que él no
conocía. Tenía cabellos largos y negros y una flor espinosa peinada entre ellos. Sus labios eran gruesos y su tez cobriza. Sus ojos eran negros y profundos y su belleza no tenía igual. Lo miró con firmeza y le extendió la mano.
El hombre, dócil, esclavo, falto de voluntad, caminó como hipnotizado hasta los brazos de la hermosa mujer que lo llamaba. Bajo la sombra de ese árbol lo acarició y lo besó. Luego empezó a desvestirlo. Incapaz de oponer cualquier resistencia frente a los favores que la mujer le proporcionaba, el hombre no se dio cuenta que la violencia del ritual iba en aumento. Las caricias se convirtieron en arañazos, pero las uñas clavadas en su carne le daban igual o más placer. Los besos se convirtieron en mordiscos, pero su excitación iba en aumento. Ninguno de los dos se podía contener y los gritos eran como de animales apareándose. La mujer lo mordía, pero él también hacía lo suyo. Podía sentir el sabor a sangre en su boca, transpiración, pelos. Garras, pezuñas, aullidos.
Este texto es parte de la novela Xolopes. En pre-venta en este blog.
—Una mañana vimos un chancho corriendo por la playa, en paralelo a la línea del mar. Bueno, paralelo y línea son formas de decirle a las curvas en movimiento que va describiendo el agua sobre la arena. Es un movimiento oscilatorio, senoidal casi te podría decir. Es que soy profe de matemáticas y siempre estoy buscando nuevos ejemplos para los chicos. Bueno, te decía que una mañana vimos un chancho corriendo. Y atrás, no me lo vas a creer, blandiendo la hoja metálica de su cuchilla, el cocinero del hotel.
Este texto es parte de la novela Xolopes. En pre-venta en este blog.
Después de una larga noche de trabajo, el viejo volvió a su casa, miró bajo el arbolito y no encontró ningún regalo. Arrastrando las pesadas botas negras caminó hasta el sillón y se dejó caer. Se sacó el gorro rojo y lo dejó sobre la mesita ratona. El pompón blanco colgaba.
—De toda la fauna humana que se puede ver rebotando por Playa del Carmen, uno de los especímenes más curiosos son los mochileros. Hombres o mujeres, en su mayoría de entre 20 y 30 años (aunque hay excepciones), que se trasladan de una ciudad a otra, de un país a otro o de un continente a otro, cargando en sus espaldas todo lo que necesitan para subsistir. Estos caracoles humanos se caracterizan por intentar gastar la menor cantidad de dinero posible a la vez que maximizan las experiencias vividas. Su lugar predilecto para pernoctar son los hostels en el centro de la ciudad, pero si alguien les ofrece techo a cambio de trabajo o algún tipo de acuerdo similar, no dudan en aceptar.
"Si los clasificamos por su modo de viajar, podemos distinguir dos grupos principales: los ahorristas y los buscavidas. El primer grupo suele viajar durante períodos de tiempo más cortos y cuando se les termina el dinero ahorrado para el viaje, vuelven a su lugar de origen, trabajan por un tiempo determinado y vuelven a salir a la aventura. El segundo grupo está formado por personas que alguna vez fueron ahorristas pero se cansaron de tener que interrumpir constantemente el viaje de la vida por algo tan insignificante como el dinero. Es por eso que en un punto del camino deciden no regresar y encuentran formas alternativas de vivir, bajan sus expectativas de confort y sus travesías duran años. Los hay malabaristas, vendedores, recepcionistas...
"¿Yo? No, yo estoy parando en el Ocean Beach Caribbean Resort. No, nunca salí con la mochila, lo que te estoy contando lo vi en un documental".
Este texto es parte de la novela Xolopes. En pre-venta en este blog.
Auto, colectivo o transfer, de una forma u otra, todos llegamos al aeropuerto. Una vez ahí, a armarse de paciencia. Esperar que el vuelo aparezca en las pantallas, que no esté retrasado, ir al mostrador, despachar las valijas, ¿no me habré excedido en el peso? 16 kg, me sobró lugar. Luego a esperar nuevamente, pre-embarque, embarque y ahora sí. Estoy sentado en el avión. Una mole de miles de toneladas de acero alrededor mío. Ubicado en un reducto ínfimo, incómodo. Miro para los costados y los demás parecen estar en otro mundo. Algunos juegan con sus teléfonos, otros miran la pantalla o leen una revista. ¿Cómo pueden estar tan tranquilos? ¿No se dan cuenta de que en menos de un minuto el capitán va a encender los motores, o ya los tiene encendidos pero los va a utilizar, y vamos a pasar todos de estar en la seguridad de tierra firme a estar en la nebulosa, en un limbo? Ahí pasó una azafata y me pidió que me ajuste el cinturón y ponga derecho el asiento. Me empiezan a transpirar las manos. El avión se ubica en la punta de la pista de despegue. Empieza a carretear. No puedo evitar sentirme en el lomo de un pterodáctilo que corre por la pista. Aguanto la respiración. Repaso las oraciones de un rosario como si quisiera ametrallar con mis palabras al pelado de adelante. El corazón me late. Y ahora, de un momento para otro, dejo de sentir el rugoso asfalto bajo las ruedas del avión que ya se han despegado de él y lentamente, imagino, vuelven a formar parte de la mole de acero. Suena una campanita y se apaga el cartel luminoso que indicaba que nadie podía levantarse."Hemos pasado los 10.000 metros de altura", anuncia el capitán.
Este texto es parte de la novela Xolopes. En pre-venta en este blog.
Imagen promocional:
Gacetilla:
“Juanjo Conti nos ofrece su primera novela y vuelve a sorprendernos. La herencia de grandes autores es notoria y logra convertirse en homenaje. Allí están presentes Juan Rulfo con sus múltiples narradores y, sin lugar a dudas, Julio Cortázar, con sus juegos de palabras, sus idas y venidas en el tiempo y en el espacio, la diversidad de tipos de textos y el intrincado mapa de relaciones entre las partes del relato que transforma a esta novela en un mosaico o en un rompecabezas que se completa al final mediante la voz del escritor. No obstante, cada retazo tiene su propio sentido a lo largo de la historia y el lector no se extravía entre los hilos de la trama. Por eso, entiende lo que lee, se entretiene y se ríe (otra vez Cortázar) con pequeños toques de humor. Además, Juanjo Conti lo interpela constantemente y lo involucra en los hechos con un uso llano y simple de la lengua.Por otra parte, se percibe que el autor no solo cuenta lo que vivió, sino lo que investigó. Si no es así, logra, de todos modos, ser absolutamente verosímil y creíble. Y por todo esto, el poder de la palabra, de la escritura y de quien escribe resulta de gran valor en la obra, lo que nos remite a otro grande de las letras, precisamente otro Juanjo, Juan José Saer, al tiempo que reabre el debate barthesiano de la figura del autor.
Para los legos, simplemente cabe la recomendación (y el ruego) de que lean Xolopes porque ofrece una lectura ágil, humor, intriga y diversión. En síntesis, una novela imperdible”. L. G.
La novela será impresa entre diciembre de 2013 y enero de 2014 y quienes me apoyen comprando en pre-venta recibirán un ejemplar en su casa y figurarán en el libro como agradecimiento especial.
Esta pre-venta incluye gastos de envío a cualquier lugar de Argentina ($50).
Si nos solemos ver en el mundo real, podés pagar plata-en-mano. Si preferís hacer una transferencia, pedime mi CBU.
La novela lleva una licencia Creative Commons y está editada con software libre.
Está dando vueltas por las calles de Santa Fe y el mundo el mejor Fanzine en español. Ya había colaborado con ellos con un cuento en el número 3 y para esta ocasión me guardaron un lugar por más que estaba cerrando la convocatoria y yo me había olvidado de enviarles algo.
Se pasaron con la edición:
Esta versión del microrelato fue editada por @serbrevedad / /serbrevedad.
Habilito en mi blog un espacio para vender copias de mis libros publicados. Gastos de envío incluidos dentro de Argentina (para envíos a otros países comunicarse por email). Todos los libros se envían dedicados. Una vez concretada la compra me pondré en contacto con vos para pedirte la dirección de entrega.
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