Diario de vacaciones 2016, días 4 y 5
En casa cuando Ceci me pide un té, camino a la cocina y se lo preparo. Si no salimos en todo el día, puede llegar a pedirme unos 10/15 tés.
Al vije trajimos una caja de té La Virginia pero omitimos la pava eléctrica, por lo que cada vez que quiere un té (como dije, consume mucho) tengo que caminar unos trecientos metros hasta uno de los bares, pedir una taza con agua caliente y dos sobrecitos de azúcar y caminar de regreso los trecientos metros (n los que siempre vuelco entre uno y dos centímetros de agua y me quemo los dedos).
Hay básicamente tres lugares de dónde puedo obtener agua caliente: el comedor, un bar junto a la pileta y el Sport Bar. Cecilia ya determinó que cuando le hago un té de alguno de los dos primeros lugares el té sale "con gusto a café", por lo que me pide que vaya al Sport Bar, que de los tres es el lugar más cerca pero tiene el problema de que el aire acondicionado está al mango y hace un frío de cagarse por lo que tengo que llevarme abrigo para entrar. Osea que el ritual diario que ejecuto (por ser piadosos, digamos diez veces por día) es: bajar la escalera (estamos en el piso uno), caminar tres cuadras (de hotel) con el buzo en la espalda bajo el sol calsinante, ponerme el buzo, entrar a la Siberia, pedir "una taza con agua caliente y dos sobrecitos de azúcar", salir, apoyar la taza en una mesa, sacarme el buzo, volver a caminar las tres cuadras haciendo equilibrio (¿ya les dije que hasta ahora siempre pero siempre me quemé?), subir las escaleras, sacar la llave del bolsillo, apoyar la taza, girar la llave, empujar con la cola la puerta (que se cierra sola), estirarme para agarrar la taza, entrar, apoyarla en la mesita de luz y preparar el té.
Libros
Hasta ayer pensaba que me había traído muchos libros al pedo, pero resultó que surgió tiempo para lectura y en un día lei la novelita "Que de lejos parecn moscas" de Kike Ferrari y ahora me estoy etreteniendo con un libro sobre el cometa Halley de Isaac Asimov.
Comida
Ceci estaba medio mal del estómago por lo que quiso comer lo que come cuando está así en Argentina: arroz blanco super hervido y bife de pollo a la plancha. El problema es que en los all-inclusive, si bien es verdad que abunda la comida, la comida que abunda no es la más sana del mundo (creo que ya comenté que en ese aspecto de la hotelería vamos para atrás por que no tomamos alcohol ni comemos a reventar). El problema entonces era conseguir "el plato prometido".
Llegué al comedor y manotié una porción de pizza para ir comiendo durante el operativo (muy buena la masa). El arroz que se ofrece en el bufete está hervido con aceite por lo que está descartado. Le pregunté a uno de los cocineros y me ofreció "arroz de suhi", que está hervido solo en agua pero tampoco tiene sal. Good enough. Agregué al plato unas rodajas de lo que parecía pechuga de pollo asada.
Caminé con mi plato hasta el Sport Bar, donde recordaba haber visto un horno microondas (en el comedor no tenían) pero cuando entré no estaba. Pregunté y me dijeron que se había roto. Le pregunté a la moza si había alguno en otro lugar y nuevamente negativa. Cuando me estaba yendo abatido me chista y me hace señas para que vuelva. "Andá al Mama Juana y pedí que te lo calienten en el horno", me dijo. "Pero no le digas que yo te dije", me advirtió".
Fotos
Hoy fui a buscar las fotos que nos sacamos en Isla Saona. No sirvo para modelo, cuando tenía que poner cara sexy me reía: https://www.facebook.com/juanjoconti/media_set?set=a.10208878743476733.1073741882.1559082191