El caballo y su niño
Este post fue migrado de un blog hecho con Wordpress. Si se ve mal, dejame un comentario y lo arreglo.

La historia me gustó mucho y es muy fuerte la analogía cristiana que plantea.
Me gustó sobre todo la segunda parte, en la que se revela la naturaleza divina de la historia:
Yo era el león que te obligó a juntarte con Avaris. Yo era el gato que te consoló en medio de las casas de la muerte. Yo era el león que ahuyentó a los chacales mientras tú dormías. Yo era el león que dio a los caballos renovadas fuerzas sacadas del miedo para los últimos metros que faltaban, a fin de que tú pudieras alcanzar al Rey Lune a tiempo. Y yo era el león, que tu no recuerdas, que empujó el bote en que yacías, un niño próximo a morir, para que llegase a la playa donde estaba sentado un hombre, insomne a la medianoche, que debía recibirte.
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